Unas pequeñas pinceladas sobre mi vida

Mi nombre es Carlos López Parreño. Hace ya unos cuantos años comencé mis estudios de Magisterio de Primaria en la Especialidad de Lengua Extranjera: Inglés en la Universidad de Castilla La Mancha.

En mi tercer año de carrera, decidí ampliar mis horizontes y proseguir mis estudios en la Université Nancy Deux, en la localidad francesa de Nancy.

En esta universidad fue donde cambié mi visión sobre la educación. En aquellos años, en España, estábamos muy acostumbrados a educar a nuestros pequeños/as siguiendo la metodología tradicional (libros y más libros). Sin embargo, en Francia coincidí con varios profesores de Universidad que me transmitieron su amor por la enseñanza, y sobre todo, su amor por otros métodos menos tradicionales. Aunque, como ellos me decían, "Innova pero sin olvidar de donde venimos, los libros no son todo pero no los podemos dejar de lado al 100%".

Tras mi periodo Erasmus, volví a España y conseguí especializarme también en Lengua Extranjera: Francés.

Fue en ese momento cuando recibí mi primer golpe de suerte en educación. Andaba yo viviendo nuevas aventuras por tierras escocesas (nutriéndome de su cultura), cuando de repente, me dieron una plaza de interino en una lista que ya tenía hasta olvidada. La plaza era de un tercio de jornada y a 550 kilómetros de la casa donde había vivido con mi familia. No dudé y emprendí mi primera aventura en las aulas. La Comunidad Autónoma de Aragón me acogió y sus gentes me aceptaron como uno más desde el primer momento.

Años después, decidí formarme y me saqué el Máster Universitario en enseñanza del Español para extranjeros. Aunque el máster me resultó muy interesante, lo que más disfruté fue la realización de mi TFM relacionado con las nuevas metodologías y apps para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desde el momento en el que pisé mi primer colegio puedo decir que soy una persona afortunada. Sigo día a día al pie del cañón con mis alumnos/as y me dedico a lo que siempre soñé. Me alimento de las sonrisas y abrazos que me transmiten. Y yo les recompenso con mi mejor sonrisa, mi cariño y transmitiéndoles todos mis conocimientos, para convertirlos en personas felices.